EL NACIMIENTO DE LA NOVELA
Las novelas idealistas y fantásticas
Frente a la épica recitada y cantada medieval, ya en el siglo XV había nacido un nuevo género destinado a la lectura individual: la novela.
Este género irrumpió con fuerza y alcanzó su apogeo en el siglo XVI, consumido con avidez por los nobles, cansados ya de gestas, pero sobre todo, por una burguesía emergente que buscaba nuevas formas de distraerse, e historias alejadas tanto de la realidad del momento como de las serias narraciones épicas del pasado.
Estas novelas, de distinto tipo según el tema tratado, presentan un denominador común: falsean la realidad y trasladan al lector a un mundo idealizado y de ficción. Además, sus personajes son prototípicos, inmóviles, no evolucionan a lo largo de la narración.
Frente a la épica recitada y cantada medieval, ya en el siglo XV había nacido un nuevo género destinado a la lectura individual: la novela.
Este género irrumpió con fuerza y alcanzó su apogeo en el siglo XVI, consumido con avidez por los nobles, cansados ya de gestas, pero sobre todo, por una burguesía emergente que buscaba nuevas formas de distraerse, e historias alejadas tanto de la realidad del momento como de las serias narraciones épicas del pasado.
Estas novelas, de distinto tipo según el tema tratado, presentan un denominador común: falsean la realidad y trasladan al lector a un mundo idealizado y de ficción. Además, sus personajes son prototípicos, inmóviles, no evolucionan a lo largo de la narración.
Literatura 3ºESO. Editorial Ecir. (pág. 61)
El Renacimiento es una época optimista, vitalista, idealista y empapada por todas partes de influencia clásica, de ahí que en el XVI, los relatos más leídos (que lo fueron mucho, gracias a la imprenta, con la que los relatos extensos en prosa conocieran toda una eclosión imposible cuando los libros había que copiarlos a mano) y que podemos considerar como representativos de este momento sean precisamente los denominados "LAS NOVELAS IDEALISTAS":
Como los personajes no evolucionan, además, estos relatos presentaban una estructura en sarta de episodios o aventuras independientes e intercambiables cada uno con su planteamiento, su nudo y desenlace.
Esto permitía prolongarlas indefinidamente, por lo que solían tener un final abierto y la promesa de una continuación que muchas veces se hacía realidad en una segunda (o incluso tercera o cuarta) parte.
- argumentos idealizados muy alejados de la realidad cotidiana (amor, aventura, heroísmo, exotismo, refinamiento...)
- protagonizados por personajes también idealizados (caballeros guapos y valerosos, damas bellísimas y refinadas, pastores cultos y sentimentales...) que no evolucionan
- situados en lugares idílicos o exóticos (desde el locus amoenus, siempre maravilloso y primaveral, a las lejanísimas Islandia o Grecia), en épocas remotas o indeterminadas
- contados por un narrador omnisciente en 3ª persona que utiliza, al igual que sus personajes, una lengua culta, elegante, bella y refinada.
Como los personajes no evolucionan, además, estos relatos presentaban una estructura en sarta de episodios o aventuras independientes e intercambiables cada uno con su planteamiento, su nudo y desenlace.
Esto permitía prolongarlas indefinidamente, por lo que solían tener un final abierto y la promesa de una continuación que muchas veces se hacía realidad en una segunda (o incluso tercera o cuarta) parte.
Así serán los libros de caballerías, las novelas pastoriles, las novelas bizantinas...
- Los libros de caballerías eran un género medieval (comenzaron en el siglo XV) pero ahora causan verdadero furor, y se leen por todas partes. Narran las aventuras de un héroe individual e itinerante, el caballero andante, que se lanza por el mundo en busca de aventuras para honrar a su dama, y en su interés por "desfacer entuertos" y ayudar a los desvalidos y necesitados, encontrará fieros enemigos, descomunales gigantes, magos, brujas, ungüentos, encantamientos e innumerables elementos fantásticos e inverosímiles que Cervantes considerará disparatados.
Además, usaban una lengua complicadísima, retorcida y arcaizante, con los rasgos todavía medievales cuando el castellano hablado en el siglo XVI era muy diferente.
Los títulos suelen repetir el esquema del primer libro, Amadís de Gaula: nombre exótico de caballero seguido de su patria, no menos exótica, lejana o directamente inventada: Palmerín de Grecia, Palmerín de Olivia, Belianís de Grecia...
Su esplendor durará hasta el libro nacido para acabar con ellos: el Quijote (que luego llegaría a ser más.... mucho más).
- Las novelas pastoriles, por su parte, no son más que la adaptación de la misma temática bucólico-pastoril que veíamos en las Églogas (y cuyo origen último era la literatura clásica, especialmente Virgilio) a la narrativa en prosa.
También aquí los protagonistas serán refinados pastores idealizados y ninfas que, en el marco de ese locus amoenus maravilloso cuentan y cantan sus penas de amor.
El argumento es enrevesadísimo, con muchísimos personajes relacionados entre sí por amores imposibles, sufrimiento y celos, y una lengua muy refinada que suele intercalar poemas.
La Diana de Jorge de Montemayor fue uno de los más conocidos (la primera obra de Cervantes, La Galatea, pertenece también a este género).
- La novela bizantina será un género muy prestigioso porque surge a imitación de la novela grecorromana (sobre todo, Teágenes y Clariclea, cuya traducción fue el pistoletazo de salida para el género).
Cuenta la historia de dos jóvenes y guapos enamorados que se ven separados por todo tipo de vicisitudes y aventuras (identidades secretas, matrimonios forzados, secuestros, viajes....) por tierras lejanas y exóticas hasta el reencuentro final.
Clareo y Florisea, de Alonso Núñez de Reinosa, o el Persiles y Sigismunda, de Cervantes son ejemplos del género (tan prestigioso, que esta fue la obra más ambiciosa del autor del Quijote, por la que él creía que sería recordado).
DEL EMBELLECIMIENTO DE LA REALIDAD AL REFLEJO DE LA REALIDAD
Y en medio de este panorama de idealismo y refinamiento, de forma anónima y contado en 1ª persona (lo que aumentaba la sensación de realidad), aparece una novela ambientada en ciudades reconocibles (Salamanca, Toledo, Escalona) y contando la nada idílica historia de un pequeño obligado a "buscarse la vida" de amo en amo, y sobrevivir al hambre, los golpes, las crueldad y La falsedad para terminar siendo un personaje cínico y moralmente despreciable.
Una obra realista, que reflejaba además la cara menos agradable de la realidad de la época, ese imperio que ya presentaba síntomas de miseria y decadencia, y que se titulaba también con un nombre (en este caso humilde) y una patria (un pequeño río): Lazarillo de Tormes, que inaugura un nuevo tipo de relatos, los realistas, que durante el XVII darán lugar a la novela picaresca (que siempre cuenta como un protagonista de clase baja intenta sobrevivir y ascender a base de tretas, hurtos y engaños pasando por distintos amos que reflejan a distintas clases sociales).
Una obra realista, que reflejaba además la cara menos agradable de la realidad de la época, ese imperio que ya presentaba síntomas de miseria y decadencia, y que se titulaba también con un nombre (en este caso humilde) y una patria (un pequeño río): Lazarillo de Tormes, que inaugura un nuevo tipo de relatos, los realistas, que durante el XVII darán lugar a la novela picaresca (que siempre cuenta como un protagonista de clase baja intenta sobrevivir y ascender a base de tretas, hurtos y engaños pasando por distintos amos que reflejan a distintas clases sociales).
Un cambio novelístico radical
En 1554 aparece la novela Lazarillo de Tormes, en la que el protagonista es un niño de los bajos fondos que roba y engaña para sobrevivir.
Frente a la fantasía y falta de verosimilitud de las novelas idealistas, nace así un tipo de relato que muestra la realidad con toda su crudeza.
Se trata de la primera novela picaresca, que tendrá continuidad y alcanzará su apogeo en el siglo XVII barroco.
En 1605 Cervantes publicó la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, una novela que no solo sintetiza el carácter fantástico y realista de las mencionadas arriba, sino que propone un nuevo concepto narrativo.
Con el Quijote nace la novela moderna.
En 1554 aparece la novela Lazarillo de Tormes, en la que el protagonista es un niño de los bajos fondos que roba y engaña para sobrevivir.
Frente a la fantasía y falta de verosimilitud de las novelas idealistas, nace así un tipo de relato que muestra la realidad con toda su crudeza.
Se trata de la primera novela picaresca, que tendrá continuidad y alcanzará su apogeo en el siglo XVII barroco.
En 1605 Cervantes publicó la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, una novela que no solo sintetiza el carácter fantástico y realista de las mencionadas arriba, sino que propone un nuevo concepto narrativo.
Con el Quijote nace la novela moderna.
EL LAZARILLO DE TORMES
PUBLICACiÓN Y AUTORÍA
La fecha de 1554 está ligada a la aparición de cuatro ediciones simultáneas de la novela titulada Vida del L.azarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades.
Estos cuatro ejemplares -en Burgos, Alcalá de Henares, Amberes y Medina del Campo- son los más antiguos que conocemos.
Dado el éxito tan rotundo que tuvo la novela y el silencio que hubo antes de 1554, es lógico pensar que fuera escrita solo un año o dos antes.
El autor del Lazarillo es anónimo. Si en una época como la renacentista, en que se valoraba por encima de todo el orgullo y el éxito creador individual, no apareció el nombre del autor, es que, casi con toda seguridad. el autor no quiso que lo supieran sus lectores.
La fecha de 1554 está ligada a la aparición de cuatro ediciones simultáneas de la novela titulada Vida del L.azarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades.
Estos cuatro ejemplares -en Burgos, Alcalá de Henares, Amberes y Medina del Campo- son los más antiguos que conocemos.
Dado el éxito tan rotundo que tuvo la novela y el silencio que hubo antes de 1554, es lógico pensar que fuera escrita solo un año o dos antes.
El autor del Lazarillo es anónimo. Si en una época como la renacentista, en que se valoraba por encima de todo el orgullo y el éxito creador individual, no apareció el nombre del autor, es que, casi con toda seguridad. el autor no quiso que lo supieran sus lectores.
EL ARGUMENTO DEL LAZARILLO
El Lázaro adulto escribe una carta a un desconocido en la que le cuenta las penalidades que ha pasado en su vida y justifica así que en ese momento trabaje como pregonero del arcipreste de San Salvador, amo y amante de su mujer.
Su primer amo fue un ciego avaro del que recibió golpes e insultos; con él comía, al menos. Con los dos siguientes, un clérigo y un hidalgo, se las tiene que apañar para no morir de hambre. Estos tres amos son los que más influyen en su formación y a los que dedica más páginas.
Con los siguientes, Lazarillo va poniendo en práctica las enseñanzas aprendidas ... de la vida.
ESTRUCTURA
El Lazarillo está dividido en un Prólogo, que deja clara esa forma de carta a Vuestra Merced para explicarle el "caso" y siete tratados, en los que Lázaro narra su paso por diferentes amos que pertenecen a distintos estamentos o clases sociales, de los que se hace una crítica.
El Lázaro adulto escribe una carta a un desconocido en la que le cuenta las penalidades que ha pasado en su vida y justifica así que en ese momento trabaje como pregonero del arcipreste de San Salvador, amo y amante de su mujer.
Su primer amo fue un ciego avaro del que recibió golpes e insultos; con él comía, al menos. Con los dos siguientes, un clérigo y un hidalgo, se las tiene que apañar para no morir de hambre. Estos tres amos son los que más influyen en su formación y a los que dedica más páginas.
Con los siguientes, Lazarillo va poniendo en práctica las enseñanzas aprendidas ... de la vida.
ESTRUCTURA
El Lazarillo está dividido en un Prólogo, que deja clara esa forma de carta a Vuestra Merced para explicarle el "caso" y siete tratados, en los que Lázaro narra su paso por diferentes amos que pertenecen a distintos estamentos o clases sociales, de los que se hace una crítica.
- Los tres primeros tratados son los más largos y más desarrollados (el ciego, el clérigo de Maqueda y el hidalgo). En ellos quedan ya representados los tres principales estamentos, así como las reflexiones del protagonista que dan cuenta de como lo que va viviendo le va haciendo aprender y evolucionar.
- Los tratados del IV al VI son más breves, y en alguno de ellos Lázaro aparece casi como mero espectador (por ejemplo, el del buldero)
- En el VII, por fin y mediante la ironía, el lector descubre cuál es ese "caso" por el que Vuesa Merced pide explicaciones a Lázaro y en el que está involucrado el último amo y protector de Lázaro, el Arcipreste de San Salvador, que, como varios otros de sus amos, pertenece al estamento clerical, al que en la obra se hace una crítica feroz próxima al erasmismo y que explica en parte que el autor jamás quisiera revelar su nombre, porque en la incipiente Contrarreforma podría tener problemas con la Inquisición (de hecho, el Lazarillollegó a prohibirse a finales de siglo).
Breve, curioso y actualizado resumen, que, aunque se salta al hidalgo, puede ser útil para no olvidar el argumento.
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Lo que José Mota cree que sucedería si lo mezcláramos con la saga Star Wars.
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Fuente de la información: Diente de León
TEMAS
Y la intención del anónimo autor parece estar clara: critica a esa sociedad que en vez de educar a los individuos para que desarrollen todas sus posibilidades y alcancen los ideales del Renacimiento (entre los que estaban la gloria, el honor y la fama), los convierte en seres deshonrados y moralmente miserables. Además, se critican otros aspectos de esa misma sociedad, como la obsesión por una honra externa y falsa, basada sólo en las apariencias, la falsedad, el egoísmo, la miseria, la crueldad, defectos que se concentran sobre todo en el clero, cuyo papel debería ser justo el contrario.
A diferencia de los relatos idealistas el Lazarillo utiliza una lengua natural y sencilla, aunque cuidada y expresiva, y no duda en incluir rasgos de la lengua coloquial y popular, acorde con las características del personaje, como las frases hechas o los diminutivos.
- el reflejo de una realidad cotidiana llena de miserias que llevan al personaje a "aguzar el ingenio" para comer y sobrevivir, aspecto que fue clave para el éxito inmediato de la obra.
- la formación de la personalidad de Lázaro (o sea, la mala educación o educación al revés a la que esta sociedad egoísta y cruel somete al personaje, para que al final termine siendo como es: un proceso educativo que no forma, sino que "deforma" al personaje). De hecho, muchas de las anécdotas que se cuentan en la obra no son originales, sino que forman parte del folclore pero se integran en ella con gran maestría para explicar esa evolución del personaje.
- la crítica social de diferentes estamentos: al pueblo por su egoísmo y crueldad, a la nobleza por su ridícula concepción de la honra como algo externo y basado en meras apariencias (a través de la figura del hidalgo, bien vestido pero muerto de hambre) y al clero por todo un repertorio de defectos: avaricia, crueldad, egoísmo, falsedad, lujuria, falta de respeto a sus votos.... de acuerdo con la doctrina erasmista, que hacía esta misma crítica.
Y la intención del anónimo autor parece estar clara: critica a esa sociedad que en vez de educar a los individuos para que desarrollen todas sus posibilidades y alcancen los ideales del Renacimiento (entre los que estaban la gloria, el honor y la fama), los convierte en seres deshonrados y moralmente miserables. Además, se critican otros aspectos de esa misma sociedad, como la obsesión por una honra externa y falsa, basada sólo en las apariencias, la falsedad, el egoísmo, la miseria, la crueldad, defectos que se concentran sobre todo en el clero, cuyo papel debería ser justo el contrario.
A diferencia de los relatos idealistas el Lazarillo utiliza una lengua natural y sencilla, aunque cuidada y expresiva, y no duda en incluir rasgos de la lengua coloquial y popular, acorde con las características del personaje, como las frases hechas o los diminutivos.
Texto tomado de: Diente de León
Imagen vía: El Almacén
LA ORIGINALIDAD DEL LAZARILLO
La novela tiene forma autobiográfica (está narrada en primera persona por el protagonista, Lázaro de Tormes) y epistolar: la narración tiene forma de carta a un tal Vuesa Merced que ha pedido explicaciones al pregonero de Toledo (Lázara adulto) sobre un "caso", un rumor que corre en Toledo acerca de su situación. Para explicárselo, Lázaro decide contarle toda su vida, desde su nacimiento, que se pone asi como explicación y causa de esa situación final. Se trata por tanto de una narración retrospectiva: Lázaro adulto, desde la situación final del desenlace, recuerda toda su vida desde el principio.
Resulta sorprendente que el protagonista y narrador sea de extracción humilde, que su padre sea un ladrón y su madre una lavandera que termina amancebada con un morisco.
Si en La Celestina aparecían personajes de baja condición magníficamente retratados (el personaje de Celestina por e de los demás), lo insólito en este caso es que lo sea el narrador y que lo cuente con todo lujo de detalles.
El protagonista, Lázaro de Tormes, a diferencia de los de los relatos idealistas, evoluciona: de hecho, se nos cuenta como el personaje se va formando y educando con su paso por distintos amos hasta llegar a su situación final. Y a diferencia de ellos, también, no está idealizado, sino que es un antihéroe, obligado por la vida a hurtar y engañar con el humilde propósito de poder comer y sobrevivir.
Otro aspecto moderno es el recorrido que realiza Lázaro para prosperar: después de contarnos su esfuerzo por ascender, descubrimos que ha sido inútil por deshonroso. Se refleja de forma magistral el inmovilismo de una sociedad organizada injustamente.
Pero uno de los aspectos más originales del Lazarillo es que los capítulos están subordinados los unos a los otros. Se trata de una narración cerrada con una organización sorprendente que conduce a la revelación de una intimidad de la que no se tenía noticia alguna.
Por otra parte, el hecho de describir la propia trayectoria vital, una progresión desde la infancia hasta la edad adulta, rompe con el acostumbrado inmovilismo y carácter prototípico de los héroes caballerescos o de los personajes folklóricos.
La novela tiene forma autobiográfica (está narrada en primera persona por el protagonista, Lázaro de Tormes) y epistolar: la narración tiene forma de carta a un tal Vuesa Merced que ha pedido explicaciones al pregonero de Toledo (Lázara adulto) sobre un "caso", un rumor que corre en Toledo acerca de su situación. Para explicárselo, Lázaro decide contarle toda su vida, desde su nacimiento, que se pone asi como explicación y causa de esa situación final. Se trata por tanto de una narración retrospectiva: Lázaro adulto, desde la situación final del desenlace, recuerda toda su vida desde el principio.
Resulta sorprendente que el protagonista y narrador sea de extracción humilde, que su padre sea un ladrón y su madre una lavandera que termina amancebada con un morisco.
Si en La Celestina aparecían personajes de baja condición magníficamente retratados (el personaje de Celestina por e de los demás), lo insólito en este caso es que lo sea el narrador y que lo cuente con todo lujo de detalles.
El protagonista, Lázaro de Tormes, a diferencia de los de los relatos idealistas, evoluciona: de hecho, se nos cuenta como el personaje se va formando y educando con su paso por distintos amos hasta llegar a su situación final. Y a diferencia de ellos, también, no está idealizado, sino que es un antihéroe, obligado por la vida a hurtar y engañar con el humilde propósito de poder comer y sobrevivir.
Otro aspecto moderno es el recorrido que realiza Lázaro para prosperar: después de contarnos su esfuerzo por ascender, descubrimos que ha sido inútil por deshonroso. Se refleja de forma magistral el inmovilismo de una sociedad organizada injustamente.
Pero uno de los aspectos más originales del Lazarillo es que los capítulos están subordinados los unos a los otros. Se trata de una narración cerrada con una organización sorprendente que conduce a la revelación de una intimidad de la que no se tenía noticia alguna.
Por otra parte, el hecho de describir la propia trayectoria vital, una progresión desde la infancia hasta la edad adulta, rompe con el acostumbrado inmovilismo y carácter prototípico de los héroes caballerescos o de los personajes folklóricos.
Recursos
Fuente de la presentación: Hautatzen
El texto
Películas
Lazarillo de Tormes from Joseba Kilika on Vimeo.
Lázaro de Tormes de José Luis García Sánchez y Fernando Fernán-Gómez. 2000
EL INICIO DE UN NUEVO GÉNERO: LA PICARESCA
El Lazarillo y el Guzmán
El Lazarillo pudo haber sido un fenómeno aislado si no llega a ser por la aparición en 1599 de la Primera parte del Guzmán de Alfarache (de Mateo Alemán), a la que seguiría una segunda parte en 1604. Con toda probabilidad esta novela no hubiera sido creada si no hubiese existido previamente el Lazarillo; pero también es cierto que el Guzmán revivió y volvió a dar protagonismo a la novela anónima. Ambas novelas son autobiográficas, con una pretensión de realismo; los narradores-protagonistas han servido a distintos amos a los que se critica; explican su situación presente deshonrosa a partir de sus orígenes humildes y de su dura experiencia.
LA NOVELA PICARESCA
Por estas características comunes y por la posterior aparición de muchas otras narraciones que siguieron un modelo parecido, ambas novelas deben considerarse las impulsoras de un género nuevo, característico de la literatura española: la novela picaresca.
Eso sí, el término pícaro no apareció hasta el siglo XVII, en el Lazarillo no aparece en ningún momento.
Algunas de esas novelas son: el Buscón (Francisco de Quevedo), La pícara Justina (Francisco López de Úbeda), La hija de la Celestina (Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo), Marcos de Obregón (Vicente Espinel). Estebanillo González (atribuido a Gabriel de la Vega) ...
El Lazarillo pudo haber sido un fenómeno aislado si no llega a ser por la aparición en 1599 de la Primera parte del Guzmán de Alfarache (de Mateo Alemán), a la que seguiría una segunda parte en 1604. Con toda probabilidad esta novela no hubiera sido creada si no hubiese existido previamente el Lazarillo; pero también es cierto que el Guzmán revivió y volvió a dar protagonismo a la novela anónima. Ambas novelas son autobiográficas, con una pretensión de realismo; los narradores-protagonistas han servido a distintos amos a los que se critica; explican su situación presente deshonrosa a partir de sus orígenes humildes y de su dura experiencia.
LA NOVELA PICARESCA
Por estas características comunes y por la posterior aparición de muchas otras narraciones que siguieron un modelo parecido, ambas novelas deben considerarse las impulsoras de un género nuevo, característico de la literatura española: la novela picaresca.
Eso sí, el término pícaro no apareció hasta el siglo XVII, en el Lazarillo no aparece en ningún momento.
Algunas de esas novelas son: el Buscón (Francisco de Quevedo), La pícara Justina (Francisco López de Úbeda), La hija de la Celestina (Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo), Marcos de Obregón (Vicente Espinel). Estebanillo González (atribuido a Gabriel de la Vega) ...
Literatura 3ºESO, Editorial ECIR, Unidad 4 (pág. 63)
El búscon de Quevedo
De entre todas las novelas picarescas del barroco destaca la Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos, de Francisco de Quevedo.
Esta novela se aparta de las demás porque el Buscón solo tiene un amo y no evoluciona psicológicamente como los demás pícaros.
Pero, sobre todo, porque la sátira y la burla son despiadadas y por la alta calidad y el dominio del lenguaje.
Esta novela se aparta de las demás porque el Buscón solo tiene un amo y no evoluciona psicológicamente como los demás pícaros.
Pero, sobre todo, porque la sátira y la burla son despiadadas y por la alta calidad y el dominio del lenguaje.
CERVANTES Y DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Miguel de Cervantes: Vida y obra
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Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547. Muy joven se fue a Roma al servicio del cardenal Acquaviva. Se enroló en la Armada española y en la batalla de Lepanto perdió la mano izquierda, por lo que r el nombre de El manco de Lepanto.
En 1575, de regreso a España, fue prisionero por los turcos y permaneció cinco años en una cárcel de Argel. Ya en Madrid, descubrió que su familia estaba en la ruina. Sin poder ejercer más como militar, se dedicó a asuntos administrativos y a la literatura. Intentó destacar en el teatro, pero no consiguió mucho éxito y tuvo que sobrevivir como recaudador de impuestos. Fue a la cárcel dos veces más por deudas Al final de su vida le llegó el triunfo literario, pero ello no lo liberó de sus problemas económicos. Murió en Madrid el 22 de abril de 1616. |
Cervantes es reconocido por su obra universal Don Quijote de la Mancha. Sin embargo, dominó todos los géneros literarios:
- Escribió una novela pastoril. La Galatea; una novela bizantina. Los trabajos de Persiles y Segismunda; novelas cortas: Novelas ejemplares.
- Escribió teatro: entre otras obras, El cerco de Numancia y entremeses de gran calidad: El retablo de las maravillas, El juez de los divorcios ...
- Escribió poesía: destaca Viaje del Parnaso.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
Estructura y argumento de la obra
En 1605 Miguel de Cervantes publicó la primera parte de El ingenio hidalgo don Quijote de la Mancha: Alonso Quijano, de tanto leer novelas de caballerías, decide hacerse caballero andante y sale a recorrer los caminos. Apaleado, regresa a su aldea y convence a Sancho Panza para que lo acompañe como escudero. Después de vivir juntos distintas aventuras y desventuras, vuelven malheridos a la aldea.
Fue tal el éxito de la primera parte, que Cervantes escribió El ingenio caballero don Quijote de la Mancha en 1615: nuestros protagonistas ya son conocidos por los otros personajes y son objeto de distintas burlas. Al final, regresan a la aldea, donde Alonso Quijano muere, cuerdo y arrepentido.
En 1614, un año antes de la publicación de la segunda parte de El Quijote, apareció en Tarragona una continuación de la primera de Alfonso Fernández de Avellaneda, un amigo de Lope de Vega y enemigo de Cervantes. Desde luego, la obra no alcanza en absoluto la categoría de la de Cervantes, pero este se sintió herido y en su segunda parte ridiculiza a Fernández de Avellaneda.
Los personajes
Don Quijote y Sancho representan dos caras opuestas:
- Físicamente, son la antítesis del caballero y del escudero: el primero, delgado y mayor; el segundo, gran comedor, bebedor (de ahí la panza) y poco hábil.
- Su cultura y forma de hablar es distinta; don Quijote es culto, usa latinismos y una sintaxis elaborada; Sancho es un rústico al que se le llena la boca de refranes.
- Don Quijote es idealista y soñador, aunque al final recobra el juicio; Sancho se muestra realista y práctico al principio, pero a medida que vive aventuras se va "quijotizando".
Además de la pareja, adquieren importancia en la novela las mujeres:
- El ama, la sobrina de Quijano, Aldonza Lorenzo representan la realidad humilde y cotidiana.
- Don Quijote se encuentra por el camino a mujeres que le cuentan sus historias; Marcela, Dorotea o Zoraida pertenecen al mundo ideal de la aventura.
- Dulcinea del Toboso solo existe en la imaginación del Quijote, representa el máximo grado de idealismo.
Sentido e importancia de la novela
Se trata por un lado de la burla de los libros de caballerías como un género que ya solo se copiaba a sí mismo. De hecho, parece ser que Cervantes logró su objetivo: tras El Quijote, ya no se publicarán más.
Por otro lado, al girar la novela en torno a la realidad y la fantasía, se plantea la relatividad de las cosas: las apariencias engañan; el mismo fenómeno puede interpretarse desde distintos puntos de vista.
Se trata de una novela sumamente moderna para la época porque juega con el narrador (Cervantes sería un mero traductor), con los géneros literarios (aparecen novelas intercaladas, poemas, etc.) y humaniza tanto a sus personajes que parece que hayan salido de la propia novela.
La prosa de El Quijote alcanza un nivel altísimo: se da un lenguaje refinado renacentista, burla e ironía, y al mismo tiempo, se emplea un lenguaje sencillo y natural. Si hoy en día un hombre culto conoce unos cinco o seis millones de términos, en sus obras Cervantes utiliza más de 12.000 palabras distintas.