Para conocer el origen del Renacimiento castellano y su nueva mentalidad, debemos mirar inevitablemente a Roma.
De la mano del gran poeta italiano Francesco Petrarca nacido en la Toscana a comienzos del S.XIV, la literatura del Siglo de Oro castellano pudo importar temas, estilos y metros nuevos. También los tópicos literarios clásicos serán importados y consolidados en la poesía que se creará en toda la literatura española del Siglo de Oro: “carpe diem”, “collige,virgo,rosas”, “descriptio puellae”,”donna angelicata”, “aurea mediocritas”, “locus amoenus”, “beatus ille”, “amor post mortem”, “furor amoris”, “tempus fugit”, “Fugit irreparabile tempus”.
Su padre desterrado a Aviñón (Francia) hizo que el poeta se familiarizara rápidamente con la lírica culta provenzal trovadoresca. Allí estudió humanidades y resultó ser un gran admirador de la literatura griega y latina clásica. Sus muchos viajes le ayudaron a tener una visión pagana de la realidad sin dejar de lado el cristianismo.
Padre del Humanismo (pensamiento que revaloraba la Grecia clásica y exaltaba al ser humano), empezó a propugnar una nueva mentalidad, el antropocentrismo, centrada en el ser humano que empezó a creer en sus posibilidades creadoras. Maestro del soneto y uno de los más grandes sonetista que influyó en la lírica europea poderosísimamente. Su influencia fue tan grande que creó escuela literaria: el petrarquismo.
Supone el paso de la Edad Media a la Edad Moderna y hace de puente, es el despertar de Occidente.
Su padre desterrado a Aviñón (Francia) hizo que el poeta se familiarizara rápidamente con la lírica culta provenzal trovadoresca. Allí estudió humanidades y resultó ser un gran admirador de la literatura griega y latina clásica. Sus muchos viajes le ayudaron a tener una visión pagana de la realidad sin dejar de lado el cristianismo.
Padre del Humanismo (pensamiento que revaloraba la Grecia clásica y exaltaba al ser humano), empezó a propugnar una nueva mentalidad, el antropocentrismo, centrada en el ser humano que empezó a creer en sus posibilidades creadoras. Maestro del soneto y uno de los más grandes sonetista que influyó en la lírica europea poderosísimamente. Su influencia fue tan grande que creó escuela literaria: el petrarquismo.
Supone el paso de la Edad Media a la Edad Moderna y hace de puente, es el despertar de Occidente.
GARCILASO DE LA VEGA
Garcilaso de la Vega nació en Toledo, probablemente en 1501. Recibió una esmerada educación y participó en múltiples batallas en España, Francia, Italia y Túnez. Encarnó el arquetipo del cortesano por su amplia cultura y su intensa actividad militar. En 1526, ya casado con Elena de Zúñiga, conoció a la dama portuguesa Isabel Freire, quien despertó su pasión y se convirtió en la figura central de sus poemas amorosos. En 1532 sufrió destierro en una isla del Danubio y posteriormente en Nápoles, uno de los centros más florecientes de la cultura italiana, donde se relacionó con eminentes humanistas y poetas. Murió en Niza, en 1536, a causa de las heridas sufridas en el asalto a Le Muy.
Garcilaso es uno de los máximos exponentes de la poesía renacentista. Su producción es muy reducida: ocho coplas, 38 sonetos, 5 canciones, una epístola, dos elegías y tres églogas. Sus primeras composiciones fueron unas coplas en las que todavía empleó el octosílabo típico de la poesía castellana, pero sus obras de madurez están escritas a la manera italianizante. Y es que la trayectoria de Garcilaso refleja de forma diáfana el proceso de transformación de la lírica castellana a comienzos del siglo XVI, un proceso de enriquecimiento bajo la influencia de Petrarca, Ausiàs March, Virgilio y otros poetas latinos e italianos.
Garcilaso es uno de los máximos exponentes de la poesía renacentista. Su producción es muy reducida: ocho coplas, 38 sonetos, 5 canciones, una epístola, dos elegías y tres églogas. Sus primeras composiciones fueron unas coplas en las que todavía empleó el octosílabo típico de la poesía castellana, pero sus obras de madurez están escritas a la manera italianizante. Y es que la trayectoria de Garcilaso refleja de forma diáfana el proceso de transformación de la lírica castellana a comienzos del siglo XVI, un proceso de enriquecimiento bajo la influencia de Petrarca, Ausiàs March, Virgilio y otros poetas latinos e italianos.
Los dos grandes ejes de la poesía garcilasiana son la naturaleza y el amor. En cuanto a la naturaleza, Garcilaso recogió la tradición bucólica grecolatina para describir de manera estilizada el paisaje de su Toledo natal, por lo que el Tajo y sus riberas aparecen frecuentemente como marco de sus manifestaciones líricas. Por otra parte, el amor es el motor fundamental de su poesía y tuvo como principal inspiradora a Isabel Freire. Ese amor se manifestó con dos tonos: uno desengañado, debido al matrimonio de Isabel con otro hombre; y otro doloroso, tras la muerte de esta.
Según el estudio realizado por Rafael Lapesa podemos distinguir tres etapas en la obra de Garcilaso:
A 20 del mes de marzo de 1543 aparece la primera edición de las obras de Garcilaso juntamente con las de Boscán.
Fue la esposa de Boscán, Ana Girón de Rebolledo la que la publicó. Fue ella la que cumplió la voluntad de su difunto marido de publicar en un volumen las obras de los dos poetas, que tan ligados estuvieron en vida, se publicó bajo el título “Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega”. La primera edición se reimprimió muchas veces. Como se leía más a Garcilaso se publicaron luego separadas. En 1569 se editó un tomo que contenía solamente la obra del poeta.
- La primera, es la castellana, en la que su pluma compuso versos octosílabos.
- La segunda, etapa italiana o petrarquista, con notable influencia de Francesco Petrarca, donde dedicó a su amada Isabel Freyre, la mayoría de sus sonetos y canciones.
- La tercera, clasicista o napolitana, con aporte de los clásicos latinos y de poetas napolitanos, concibió elegías, epístolas, églogas y odas.
A 20 del mes de marzo de 1543 aparece la primera edición de las obras de Garcilaso juntamente con las de Boscán.
Fue la esposa de Boscán, Ana Girón de Rebolledo la que la publicó. Fue ella la que cumplió la voluntad de su difunto marido de publicar en un volumen las obras de los dos poetas, que tan ligados estuvieron en vida, se publicó bajo el título “Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega”. La primera edición se reimprimió muchas veces. Como se leía más a Garcilaso se publicaron luego separadas. En 1569 se editó un tomo que contenía solamente la obra del poeta.
COMENTARIO LITERARIO
Soneto XIII
SONETO XIII
A Dafne ya los brazos le crecían, y en luengos ramos vueltos se mostraba; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían. De áspera corteza se cubrían los tiernos miembros, que aún bullendo estaban: los blancos pies en tierra se hincaban, y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño! ¡Que con llorarla crezca cada día la causa y la razón porque lloraba! |
LOCALIZACIÓN
El soneto XIII es uno de los poemas más destacados del poeta renacentista Garcilaso de la Vega (1501-1536). Garcilaso encarna plenamente al prototipo de hombre del Renacimiento: es un hombre de armas y de letras que, aunque pasó su breve vida en continuas batallas bajo el reinado de Carlos V, demostró serenidad y quietud en su escasa obra poética: 3 églogas, 2 elegías, 1 epístola, 5 canciones y 38 sonetos. Este soneto se encuadra dentro del género lírico, más concretamente en la lírica renacentista y se sitúa dentro de la 2ª etapa de la corta e intensa vida del poeta renacentista por excelencia. Es el poeta más importante del primer renacimiento español, que introdujo en la literatura castellana junto a su amigo Juan Boscán el petrarquismo procedente de Italia. Este movimiento literario y artístico se basa en el humanismo, corriente de pensamiento que se inició en el S.XIV en Italia y su mayor representante fue Francesco Petrarca.
TEMA Y RESUMEN
ste soneto recrea un mito clásico, la transformación o metamorfosis de la ninfa Dafne en laurel. El mito cuenta que Apolo osó desafiar a Cupido. Éste para castigar tal osadía tomó dos flechas. Una tenía la punta de oro e infundía amor y se la lanzó a Apolo; la otra era de plomo e inspiraba desdén y se la lanzó a la ninfa Dafne. Tras esto, Apolo se enamoró perdidamente de la ninfa y, a ésta solo le producía rechazo. Él la perseguía denodadamente mientras ella con el mismo furor huía de su presencia. Dafne pide ayuda a su padre, el dios río Peneo, y la transforma en laurel. Apolo con sus lágrimas hace crecer a Dafne.
Garcilaso se casó con Elena de Zúñiga, pero estuvo enamorado de una dama portuguesa, Isabel Freyre, que tras su muerte le produjo una angustia vital que nunca superó. En este soneto hace referencia al amor no correspondido y el ideal no alcanzado, para ello se sirve de la historia del mito clásico para implícitamente hacernos partícipes de sus cuitas de amor, del amor no correspondido y del sufrimiento amoroso que le produce la pérdida de la amada. Así el yo poético se sirve del mito clásico y lo contempla desde el punto de vista de Apolo con el que se identifica. |
El tema es la contemplación de la metamorfosis de Dafne que conlleva el dolor sentido del yo poético.
ESTRUCTURA
EXTERNA:
Es un soneto, la estructura externa consta de dos cuartetos y dos tercetos. Catorce versos endecasílabos con rima consonante y el siguiente esquema métrico ABBA ABBA CDE CDE.
INTERNA:
La progresión temática en los dos cuartetos con la transformación y avanza en el primer terceto hasta llegar la 2º terceto llegando a la unidad temática: fusión del mito con la realidad del yo poético. Tal como se siente Apolo se siente yo poético..
Internamente se divide en dos partes:
- la primera abarca los dos cuartetos, en los que se nos describe el proceso de la transformación de Dafne en el árbol, descripción del mito clásico. La entonación es enunciativa.
- La segunda parte incluye los dos tercetos, en los que nos habla del amor, el causante del estado de Dafne, y se concentra el tema principal; la tristeza por el NO de la amada. De esta manera se llega a la unidad temática. Es la identificación entre el mundo mitológico descrito y el mundo personal del poeta. En el último terceto la entonación es exclamativa, gracias a esta modalidad oracional podemos entender el sufrimiento, la frustración y la impotencia del yo poético v.13 ¡Oh miserable estado (…)! Es la llamada plenitud, donde utiliza el dolor de Apolo para identificarlo con el suyo propio.
ESTILO
Para reflejar el proceso de transformación, un proceso que ha empezado y no ha terminado, podemos reparar en el uso de los adverbio "ya" (significa en este momento, inminencia); "aún" (indica pervivencia de algo, no terminado) y el gerundio "bullendo" (que expresa proceso, que se está realizando) y se acentúa junto con las formas imperfectivas
(-aba, -ía) reiteradas en la rima (indican una acción que ha comenzado y aún no se ha terminado) que contrastan con el perfectivo "vi" cuyo sujeto es yo, es el yo poético el que está contemplando lo que está sucediendo, la metamorfosis de Dafne que desde el punto de vista estilístico incide en la idea de movimiento y dinamismo que consigue plasmar por medio de los diferentes recursos retóricos. Trabaja con una progresión descriptiva muy plástica, casi pictórica: Brazos, cabello, piel, pies. Además, con la utilización de los paralelismos que equiparan el mundo vegetal con el humano se acentúa el paralelismo entre la realidad y la mitología que se evidencia con el empleo de palabras de un mismo campo semántico, mundo natural: hojas, ramas, raíces y términos relacionados con el dolor: daño, llorar, lágrimas, mal).
(-aba, -ía) reiteradas en la rima (indican una acción que ha comenzado y aún no se ha terminado) que contrastan con el perfectivo "vi" cuyo sujeto es yo, es el yo poético el que está contemplando lo que está sucediendo, la metamorfosis de Dafne que desde el punto de vista estilístico incide en la idea de movimiento y dinamismo que consigue plasmar por medio de los diferentes recursos retóricos. Trabaja con una progresión descriptiva muy plástica, casi pictórica: Brazos, cabello, piel, pies. Además, con la utilización de los paralelismos que equiparan el mundo vegetal con el humano se acentúa el paralelismo entre la realidad y la mitología que se evidencia con el empleo de palabras de un mismo campo semántico, mundo natural: hojas, ramas, raíces y términos relacionados con el dolor: daño, llorar, lágrimas, mal).
Se aprecia la abundancia de epítetos en el v.3 “verdes hojas”, v.4 “áspera corteza”, v.8 “torcidas raíces” para remarcar aún más esta transformación, algunos antitéticos "tiernos brazos / áspera corteza". Destacan cómo a la belleza de la ninfa se opone la aspereza y rigidez del árbol. También se puede entrever una evocación del tópico de la “descriptio pullae” ya que nos dice que el cabello de la muchacha es rubio muy claro, usando metáforas y a la vez hipérboles v.4 “los cabellos que al oro oscurecían”/ los cabellos son de un oro tan puro, que oscurecen al mismo oro y diciéndonos que la piel de Dafne es blanca v.7 “los pies blancos”, basándose en el ideal de belleza renacentista (mujer de piel blanca, ojos claros, cabello rubio...), utiliza violentos hipérbatos con los que pretende mostrar la violencia que supuso la transformación de la ninfa en árbol. Igual que la ninfa se convierte en un árbol retorciéndose de dolor, los elementos de la oración se retuercen y alteran su estado habitual. Un buen ejemplo es el primer verso: “A Dafne ya los brazos le crecían” (cuyo orden debería ser: “Los brazos ya le crecían a Dafne”) también los encabalgamientos de los tercetos, sumados a las pausas producen un ritmo entrecortado inciden en el dolor de Apolo y del propio poeta. Otra hipérbole (vs. 10 y 11) "a fuerza de llorar, crecer hacía /
este árbol que con lágrimas regaba" expresa el dolor de Apolo: su misión es enlazar el mundo mitológico con el mundo personal del poeta, así mediante la metáfora expresa con delicadeza y contención la expresión del sentimiento personal (no se manifiesta directamente, sino a través del mito de Dafne y Apolo).
este árbol que con lágrimas regaba" expresa el dolor de Apolo: su misión es enlazar el mundo mitológico con el mundo personal del poeta, así mediante la metáfora expresa con delicadeza y contención la expresión del sentimiento personal (no se manifiesta directamente, sino a través del mito de Dafne y Apolo).
CONCLUSIÓN
Estamos ante el poeta más representativo del primer renacimiento español, de la mano de este gran poeta conoceremos la mitología grecolatina, el antropocentrismo, el idealismo, las alusiones a la naturaleza, la belleza perfecta e idealizada de la “donna angelicata” reflejo del tópico de la dama renacentista que se observa en el poema “los cabellos que al oro escurecían”, donde una hipérbole viene a recordar el viejo tópico de la dama rubia como el oro. Esta característica, “cabello rubio” junto a los “tiernos miembros” y “blancos pies” que aparecerán más adelante, completan el cuadro de la dama frágil y bellísima que los poetas solían recrear, lo que acrecienta más la violencia de la transformación y las vicisitudes del amor, la mayoría de las veces inalcanzable y, del desamor con su correspondiente sufrimiento y sentir doloroso.
La utilización de los mitos es uno de los motivos recurrentes en la poesía castellana renacentista, así como la aparición en la métrica castellana de una forma estrófica italiana, el soneto, que Garcilaso traerá a España.
La composición, modelo de perfección técnica y de elaboración, pertenece sin duda a su época de madurez, cuando tras su estancia en Nápoles, ha asimilado el italianismo poético.
Nos encontramos, por tanto, ante un soneto representativo de la lírica renacentista tanto por el tema (amor, naturaleza y mitología), como por la forma (el soneto) así como por el estilo caracterizado por la perfección, la sencillez y la elegante naturalidad propia de este movimiento.
La utilización de los mitos es uno de los motivos recurrentes en la poesía castellana renacentista, así como la aparición en la métrica castellana de una forma estrófica italiana, el soneto, que Garcilaso traerá a España.
La composición, modelo de perfección técnica y de elaboración, pertenece sin duda a su época de madurez, cuando tras su estancia en Nápoles, ha asimilado el italianismo poético.
Nos encontramos, por tanto, ante un soneto representativo de la lírica renacentista tanto por el tema (amor, naturaleza y mitología), como por la forma (el soneto) así como por el estilo caracterizado por la perfección, la sencillez y la elegante naturalidad propia de este movimiento.
COMENTARIO LITERARIO
Soneto VI
SONETO VI
Por ásperos caminos he llegado 11 A a parte que de miedo no me muevo; 11 B (y) si a mudarme a dar un paso pruebo, 11 B allí por los cabellos soy tornado. 11 A (Mas) tal estoy, (que) con la muerte al lado 11 A busco de mi vivir consejo nuevo; 11 B (y )conozco el mejor (y) el peor apruebo, 11 B (o) por costumbre mala (o) por mi hado 11 A Por otra parte, el breve tiempo mío, 11 C (y) el errado proceso de mis años, 11 D en su primer principio (y) en su medio, 11 E mi inclinación, (con quien) ya no porfío, 11 C la cierta muerte, fin de tantos daños, 11 D me hacen descuidar de mi remedio. 11E Garcilaso de la Vega: “Poesía castellana completa”. Edición de Consuelo Burell. Edit: CÁTEDRA. Año 1979. |
El soneto VI de Garcilaso de la Vega (1501 ó 1503-1536) de influencia petrarquista, lírica que a lo largo del siglo XVI se extiende por Europa, puede ser que sea de los comienzos ya que se echa en falta el sentido plástico de sus otras composiciones.
Esta forma de concebir y hacer, la conoció durante su estancia en Nápoles, de ella se embebe y la introduce en España. Poeta que ha perdurado hasta hoy, que como curiosidad hay que decir que su obra fue publicada a modo de apéndice junto a la obra de su amigo Juan Boscán siete años después de su muerte gracias a la mujer del amigo.
Respira humanismo renacentista desde el comienzo. La honda preocupación por el hombre como centro es perceptible en el primer verso “Por ásperos caminos he llegado”, todo el soneto está impregnado del yo poético. Estamos ante un texto que revela una clara introspección, un cierto psicologismo, producto del interés por el ser humano, ahora centro del universo. Desplaza el interés por Dios de la época medieval. Probablemente esta introspección también le venga de la herencia italiana de la poesía petrarquista. Añadir que además se perciben aspectos alegóricos vinculados al conceptismo del s.XV y la desnudez de ornamentos nos lleva a los Cancionerosde dicho siglo.
Teniendo en cuenta el resto de su obra la imagen del “sendero o camino áspero” que impresiona o inmoviliza “de miedo” tras los fracasos amorosos, se repite continuamente. En el v. 4 “allí por los cabellos soy tornado” se halla la influencia del poeta valenciano del s.XV Ausiás March. Los vv.5-6-7 casi calco del Canzionere de Petrarca.
Garcilaso siguiendo el recurso aristotélico de la “imitatio” pero aportando su experiencia personal y su buen hacer, consigue un poema difícil de desentrañar ya que no se sabe exactamente qué le sugiere al poeta la experiencia de la muerte.
El tema central se podría enunciar de la manera siguiente: El poeta, urgido por la brevedad del tiempo y consciente de su inclinación, desespera de hallar solución a la situación angustiosa en que se encuentra su vida.
Lleno de desesperanza y resignación acepta la derrota.
Parece que la temática es enteramente existencial aplicable a cualquier ser humano, la idea de finitud de la existencia, el paso y la brevedad del tiempo muestran a la perfección el cambio de mentalidad hacia el renacimiento.
En 1ª persona el yo poético organiza su reflexión interior por medio de una progresión temática en tres momentos diferenciados y con ritmo descendente.
-El primer cuarteto la situación de inicio “por ásperos caminos he llegado”, momento de clara angustia vital sin saber por qué ha llegado a esta situación.
-El segundo cuarteto desesperación, porque aun sabiendo cómo debería conducirse, no sabe si por costumbre o por suerte, es incapaz de seguir “el buen consejo”.
- Los dos últimos tercetos Alusión a la fugacidad “el breve tiempo”, el lamento por no hallar solución a sus males.
Se podría concluir que hay una gradación temática que va de lo alegórico, a la imagen y a la idea.
Métricamente se trata de un soneto de origen italiano compuesto por 14 versos endecasílabos de arte mayor con rima consonante cuya estructura estrófica compuesta de dos cuartetos y dos tercetos es: 11A11B11B11A 11A11B11B11A 11C11D11E 11C11D11E. Hay que destacar dos acentos prosódicos(las sílabas rítmicas)? en el interior de cada verso, uno en la mayoría de los versos en la sexta sílaba y el otro en la décima, abundando la acentuación llana. Gracias a las repetidas sinalefas se consigue el metro endecasílabo. También hace uso de varios encabalgamientos en los vv.1-2, y en los vv.5-6 justamente resaltando la idea central (sentimiento de angustia escalofriante) “he llegado “v.1 y “con la muerte al lado” v.5.
Desde el punto de vista fónico hay que destacar la aliteración de la consonante /r/ alveolar vibrante simple sonora presente en casi todos los versos “ásperos, parte, mudarme, tornado, muerte, vivir, mejor, peor, breve, errado (…) remedio”, que ayuda a la idea de cómo el poeta arrastra su desdicha desde tiempo, y, resignado deja de luchar. Añadir la aliteración de la consonante /m/ bilabial nasal sonora “caminos, miedo, mudarme” que nos lleva a la idea de la muerte. También hay alguna paronomasia pleonástica en el v. 11 “en su primer principio”, quizás aluda a su primera experiencia amorosa recalcándola. El intento de cambiar su estado viene dado por la paronomasia “mudarme a dar” del v.3.
Sintácticamente hablando son de destacar los hipérbatos de los cuatro primeros versos en los que resalta de forma alegórica el tortuoso camino de su vida y la imposibilidad de cambiar su caminar. Los periodos oracionales son largos, predominando la coordinación copulativa v.7 “y conozco el mejor y…”que alcanza su grado máximo en el segundo cuarteto, momento de mayor tensión poética. También hay que resaltar la adversativa y la disyuntiva. Todas estas coordinadas configuran a la perfección el estado anímico zigzagueante del poeta.
La mayoría de los sustantivos son abstractos o nos llevan a ideas abstractas “camino, paso, miedo, muerte, vida, costumbre, tiempo, proceso, inclinación, remedio “. Es de destacar la sustantivación de la forma verbal de infinitivo “mi vivir” en el v.6 que vislumbra el cambio de la mentalidad medieval para los que la vida es inmóvil y estática, frente a la nueva visión renacentista de la vida como un proceso dinámico.
En el v. 7 se rompe el paralelismo para crear un quiasmo: “Conozco el mejor y el peor apruebo” creando una clara antítesis. Esta reflexión angustiada, sin salida viene reforzada por la polisíndeton “y conozco… y el peor” y aumentada y reforzada por la conjunción disyuntiva “o” remarcando la encrucijada en la que se encuentra el yo del poeta.
Los adjetivos epítetos antepuestos son los que sobresalen “ásperos caminos, errado proceso, breve tiempo “. De todas formas no abundan mucho y desde luego no son descriptivos y coloristas al modo que suele utilizarlos Garcilaso, por lo que quizás estemos en el principio de su creación literaria. Todos los adjetivos determinativos son posesivos de 1ª persona “me, mío, mi, mis” que apoya la idea de introspección aludida anteriormente.
Desde el punto de vista verbal es de destacar la utilización casi exclusiva del presente de indicativo que aporta un carácter universal a la preocupación del poeta: “estoy, busco, conozco, apruebo, porfío, hacen”. Esta tendencia es solo rota en el primer verso “he llegado” que nos ubica temporalmente en la cercanía del hecho.
En conclusión quizás por la fecha que sus estudiosos, Rafael Lapesa y otros atribuyen a la composición del poema (1526 a 1532), al modo del amor cortés, se lamenta de algún fracaso amoroso, quizás el de su musa Isabel Freyre, tal como lo hizo Petrarca con Laura. Para ello se ha servido de imágenes, metáforas y elementos alegóricos, todos ellos al servicio de la idea principal: la desesperanza. Tal vez por su perspectiva íntima podemos concluir que tiene un contenido autobiográfico.
COMENTARIO LITERARIO
Soneto XXIII
SONETO XXIII
En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto el cabello que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; Coged de vuestra alegre primavera El dulce fruto antes de que el tiempo airado Cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, Todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre. |
Localización
El soneto XXIII es uno de los poemas más conocidos del poeta renacentista Garcilaso de la Vega (1501-1536). Este poeta toledano encarnó el ideal renacentista, soldado-poeta, representa al perfecto cortesano renacentista de la época, como “hombre de armas y letras”. Garcilaso sirvió a las órdenes del Emperador Carlos I, en una de cuyas misiones murió a edad temprana. Su obra poética a pesar de tener una vida breve e intensa consta de tres etapas en las que creó 3 églogas, 2 elegías, una epístola, 5 canciones y 38 sonetos, y se advierten dos momentos centrales: Sus primeras composiciones fueron unas coplas en las que todavía empleó el octosílabo típico de la poesía castellana, y en su segunda etapa logró la implantación del estilo renacentista de influencia italiana, gracias a los consejos de su amigo Juan Boscán, y el enamoramiento de Isabel Freyre, dama portuguesa a la que conoció fugazmente en unas bodas en 1526, quien le sirvió de fuente de inspiración para gran parte de sus poemas, como había sucedido con su autor modelo, Francesco Petrarca y su amada Laura. Gracias a su continuo contacto con Italia importó temas, estilos y metros nuevos. Rompió con el clásico y tradicional octosílabo de la lírica castellana anterior.
El poema que nos ocupa pertenece al género lírico es uno de los 38 sonetos que escribió y uno de los más representativos de su 2ª etapa poética de influencia petrarquista, en el que describe el ideal de belleza renacentista. Se enmarca, por lo tanto, dentro de la lírica italianizante propia del Renacimiento.
El poema que nos ocupa pertenece al género lírico es uno de los 38 sonetos que escribió y uno de los más representativos de su 2ª etapa poética de influencia petrarquista, en el que describe el ideal de belleza renacentista. Se enmarca, por lo tanto, dentro de la lírica italianizante propia del Renacimiento.
tema y resumen
El yo poético describe el físico de una mujer sublimando su belleza a través del canon clásico (rubia, de tez blanca, esbelta) y exhorta al aprovechamiento de la juventud antes de que la vejez la deteriore.
El tema es la exhortación al aprovechamiento de la juventud antes de la vejez.
Para plasmar los ideales de belleza y perfección heredados de la antigüedad clásica grecorromana se sirve del tópico literario "Descriptio puellae" Este tópico literario se caracteriza por describir a una mujer de manera gradual, admirando su cabello, su tez, sus ojos, su boca, su cuello... siempre alabando su belleza e idealizándola.
Los tópicos literarios clásicos del “carpe diem” junto con el de "colligo, virgo, rosas" y el de “tempus fugit” son los que se toman de referencia y articulan la composición poética en este soneto. "Carpe Diem" es una locución latina que significa literalmente "vive el día". Fue acuñado por el poeta latino Horacio y hoy en día se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". "Tempus fugit" tópico cuya traducción significa "el tiempo vuela" y que suele aparecer junto al "Carpe Diem" ya que hay que aprovechar el momento porque el tiempo pasa muy rápido y no se puede luchar contra eso. Tópicos provenientes de la literatura clásica latina, muy del gusto de los poetas del primer renacimientos, porque reflejan el cambio de mentalidad hacia un sentido más pagano de la existencia fruto del VITALISMO Y del ANTROPOCENTRISMO propio de esta nueva forma de entender la vida.
El tema es la exhortación al aprovechamiento de la juventud antes de la vejez.
Para plasmar los ideales de belleza y perfección heredados de la antigüedad clásica grecorromana se sirve del tópico literario "Descriptio puellae" Este tópico literario se caracteriza por describir a una mujer de manera gradual, admirando su cabello, su tez, sus ojos, su boca, su cuello... siempre alabando su belleza e idealizándola.
Los tópicos literarios clásicos del “carpe diem” junto con el de "colligo, virgo, rosas" y el de “tempus fugit” son los que se toman de referencia y articulan la composición poética en este soneto. "Carpe Diem" es una locución latina que significa literalmente "vive el día". Fue acuñado por el poeta latino Horacio y hoy en día se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". "Tempus fugit" tópico cuya traducción significa "el tiempo vuela" y que suele aparecer junto al "Carpe Diem" ya que hay que aprovechar el momento porque el tiempo pasa muy rápido y no se puede luchar contra eso. Tópicos provenientes de la literatura clásica latina, muy del gusto de los poetas del primer renacimientos, porque reflejan el cambio de mentalidad hacia un sentido más pagano de la existencia fruto del VITALISMO Y del ANTROPOCENTRISMO propio de esta nueva forma de entender la vida.
Estructura
Estamos ante un soneto, forma poética creada en Italia, popularizada por el poeta Petrarca, en España se empezó a emplear en el S.XV pero fue Garcilaso el que logró adaptarlo con éxito en las letras hispánicas. En su estructura externa consta de dos cuartetos y dos tercetos, catorce versos endecasílabos con rima consonante y el siguiente esquema métrico ABBA ABBA CDE CDE.
Internamente, atendiendo a su progresión temática se divide en tres partes:
- La primera abarca los dos cuartetos, en los que se describe a una mujer ideal renacentista. Constituye la presentación de la belleza arquetípica de forma gradual mediante el tópico "Descriptio Puellae"
Mientras ("En tanto que") rebosas juventud… rostro-mirar-cabello-cuello - La segunda lo constituye el primer terceto que por medio de la forma verbal en presente de imperativo exhorta a la amada para que disfrute de la vida “collige, virgo, rosas”, v.9 “Coged de vuestra alegre primavera…” … entrégate a la vida y al amor.
- La tercera corresponde con el último terceto, sentencia por medio del futuro simple v.12 “marchitará…” el devenir de la vida, el envejecimiento. Contrasta de nuevo la “primavera juventud” con el “invierno vejez”. Con una síntesis filosófica sustentada en el tópico clásico “Fugit irreparabile tempus” expresa en el v.13 “todo lo mudará la edad ligera”. Hay que espabilar ya que el tiempo pasa y los buenos momentos de la juventud no son perennes sino caducos.
estilo
Los dos primeros cuartetos son descriptivos. Comienza con una locución temporal "En tanto que" que se reitera anafóricamente en el v.5 "y en tanto que" localizadas en primer lugar del verso valiéndose del hipérbaton, se abre así el poema, aludiendo a un estado no duradero que equivale a expresar "Mientras.... seas joven" y para expresar esta simultaneidad emplea el presente de indicativo.
Partiendo de esta idea, se describe en los cuartetos el rostro femenino siguiendo los cánones de belleza renacentistas: un juvenil rostro destacado por el color de las mejillas y la blancura de la piel, a través de las metáforas del primer verso (“rosa” y “azucena”). Podemos relacionar también, la imagen de las flores con la importancia que la naturaleza tendrá como expresión de la belleza y el amor en el Renacimiento.
En esta primera parte de la composición se advierte el dinamismo y el movimiento que se consigue mediante la aliteración del fonema /s/ (que se aprecia en la rima geSto, honeSto, preSto, enhieSto y se subraya en tempeStad Serena, eScogió, eSparce, deSordenda) imitando el sonido del viento, y el efecto del viento en el cabello expresado a través de la enumeración de los verbos "mueve, esparce y desordena" con una gradación visual que hacer percibir el instante como en cámara lenta. Al tratarse de un fragmento descriptivo se advierte la abundante adjetivación y el empleo de los epítetos para representar ese ideal de belleza ("ardiente", "honesto", "presto"), la descripción del cabello se hace a través de la metáfora “vena del oro”, que refleja de modo hiperbólico el color dorado y su brillo y en esta estrofa destacan también los epítetos con los que se describe el cuello (“hermoso”, “blanco”, “enhiesto”) el último de los cuales remite, como ya hemos dicho antes, a la altivez de la dama.
El tema principal se introduce en el primer terceto a partir del imperativo “coged”: de la descripción, el poeta pasa ahora a la apelación directa. De nuevo se utiliza un hipérbaton que desordena la frase (imitando la sintaxis latina) para destacar los elementos más importantes, el verbo y la metáfora del “dulce fruto”, referida al amor situados al comienzo de los versos. La “alegre primavera” será la metáfora que expresa la juventud, frente al "tiempo airado" que expresa metafóricamente el invierno, aludido también en la metáfora que describe el cabello blanco "cubra de nieve la hermosa cumbre", como símbolo de la vejez y que contrasta con el brillo del oro del en su juventud. Por lo tanto, mediante las metáforas puras (no se menciona el término real) se establece la antítesis entre la juventud y la vejez.
Finalmente, en el último cuarteto, se abre con el verbo "Marchitará" en futuro simple, colocado al inicio del verso con toda la intención mediante el hipérbaton y donde se justifica la exhortación del anterior terceto a través del tópico literario “tempus fugit”: El tiempo hará desaparecer la belleza (expresada mediante la metáfora "la rosa") con la llegada de la vejez (representado también metafóricamente “viento helado”). En el siguiente verso sigue empleando el tiempo futuro simple de indicativo (“mudará”) para poner en evidencia un estado temporal: la “edad ligera” (personificación referida al paso del tiempo) el tiempo no cambiará su costumbre de terminar con la belleza propia de la juventud, de ahí la necesidad de vivir y disfrutar mientras se pueda.
La antítesis entre la juventud y la vejez también se refleja en la adjetivación. Todos los adjetivos del apartado descriptivo (la juventud) tienen connotaciones positivas al igual que los epítetos que los vinculan con la juventud en el primer terceto ("alegre primavera", "dulce fruto" y "hermosa cumbre") que contrastan con la adjetivación de connotaciones negativas del último terceto ("viento helado", "tiempo airado", "edad ligera") metáforas todas ellas que representan los efectos del paso del tiempo que traerá el futuro.
Por último, cabe destacar la adecuación de los tiempos verbales a la intención comunicativa del yo poético, emplea el presente en los cuartetos descriptivos (la simultaneidad... ahora que eres joven...), imperativo en el primer terceto, en la exhortación que expresa la clave temática (DISFRUTA de la juventud) y futuro para el segundo terceto para justificar su apelación al aprovechamiento de la juventud antes de los estragos que el paso del tiempo, sin duda, provocará.
Partiendo de esta idea, se describe en los cuartetos el rostro femenino siguiendo los cánones de belleza renacentistas: un juvenil rostro destacado por el color de las mejillas y la blancura de la piel, a través de las metáforas del primer verso (“rosa” y “azucena”). Podemos relacionar también, la imagen de las flores con la importancia que la naturaleza tendrá como expresión de la belleza y el amor en el Renacimiento.
En esta primera parte de la composición se advierte el dinamismo y el movimiento que se consigue mediante la aliteración del fonema /s/ (que se aprecia en la rima geSto, honeSto, preSto, enhieSto y se subraya en tempeStad Serena, eScogió, eSparce, deSordenda) imitando el sonido del viento, y el efecto del viento en el cabello expresado a través de la enumeración de los verbos "mueve, esparce y desordena" con una gradación visual que hacer percibir el instante como en cámara lenta. Al tratarse de un fragmento descriptivo se advierte la abundante adjetivación y el empleo de los epítetos para representar ese ideal de belleza ("ardiente", "honesto", "presto"), la descripción del cabello se hace a través de la metáfora “vena del oro”, que refleja de modo hiperbólico el color dorado y su brillo y en esta estrofa destacan también los epítetos con los que se describe el cuello (“hermoso”, “blanco”, “enhiesto”) el último de los cuales remite, como ya hemos dicho antes, a la altivez de la dama.
El tema principal se introduce en el primer terceto a partir del imperativo “coged”: de la descripción, el poeta pasa ahora a la apelación directa. De nuevo se utiliza un hipérbaton que desordena la frase (imitando la sintaxis latina) para destacar los elementos más importantes, el verbo y la metáfora del “dulce fruto”, referida al amor situados al comienzo de los versos. La “alegre primavera” será la metáfora que expresa la juventud, frente al "tiempo airado" que expresa metafóricamente el invierno, aludido también en la metáfora que describe el cabello blanco "cubra de nieve la hermosa cumbre", como símbolo de la vejez y que contrasta con el brillo del oro del en su juventud. Por lo tanto, mediante las metáforas puras (no se menciona el término real) se establece la antítesis entre la juventud y la vejez.
Finalmente, en el último cuarteto, se abre con el verbo "Marchitará" en futuro simple, colocado al inicio del verso con toda la intención mediante el hipérbaton y donde se justifica la exhortación del anterior terceto a través del tópico literario “tempus fugit”: El tiempo hará desaparecer la belleza (expresada mediante la metáfora "la rosa") con la llegada de la vejez (representado también metafóricamente “viento helado”). En el siguiente verso sigue empleando el tiempo futuro simple de indicativo (“mudará”) para poner en evidencia un estado temporal: la “edad ligera” (personificación referida al paso del tiempo) el tiempo no cambiará su costumbre de terminar con la belleza propia de la juventud, de ahí la necesidad de vivir y disfrutar mientras se pueda.
La antítesis entre la juventud y la vejez también se refleja en la adjetivación. Todos los adjetivos del apartado descriptivo (la juventud) tienen connotaciones positivas al igual que los epítetos que los vinculan con la juventud en el primer terceto ("alegre primavera", "dulce fruto" y "hermosa cumbre") que contrastan con la adjetivación de connotaciones negativas del último terceto ("viento helado", "tiempo airado", "edad ligera") metáforas todas ellas que representan los efectos del paso del tiempo que traerá el futuro.
Por último, cabe destacar la adecuación de los tiempos verbales a la intención comunicativa del yo poético, emplea el presente en los cuartetos descriptivos (la simultaneidad... ahora que eres joven...), imperativo en el primer terceto, en la exhortación que expresa la clave temática (DISFRUTA de la juventud) y futuro para el segundo terceto para justificar su apelación al aprovechamiento de la juventud antes de los estragos que el paso del tiempo, sin duda, provocará.
conclusión
Son numerosos y concluyentes los rasgos que definen a esta composición como un texto representativo del Renacimiento.
El poema contiene la mentalidad y la expresión artística de la época renacentista porque ofrece una visión optimista del amor, en contraposición a la mentalidad medieval que buscaba sobre todo el adoctrinamiento contra el pecado. En la época anterior, la Edad Media, se vivía únicamente como un camino hacia Dios. Así, frente a Jorge Manrique, para quien la vida era sólo un camino, un río, que desembocaba en el mar de la muerte, para los poetas renacentistas, la vida es disfrutable por sí misma y no como mero tránsito hacia la muerte. La descripción de la dama, que posee una belleza ideal equilibrada, expresada a través de los elementos de la naturaleza es también otro de los rasgos del arte renacentista.
En definitiva, estamos, ante un poema típicamente renacentista como se advierte en la abundancia de adjetivos, la sugestión colorista y sensorial, el tema que aborda y los tópicos de origen clásico de los que se sirve (desarrolla una serie de lugares comunes tomados de los autores clásicos) y todo ello expresado a través del soneto en versos endecasílabos, forma de expresión típicamente renacentista que tendrá en Garcilaso, a su mejor exponente en nuestras letras, convierten este poema en un paradigma del Renacimiento que refleja el afán por el goce de vivir característico del espíritu renacentista.
El poema contiene la mentalidad y la expresión artística de la época renacentista porque ofrece una visión optimista del amor, en contraposición a la mentalidad medieval que buscaba sobre todo el adoctrinamiento contra el pecado. En la época anterior, la Edad Media, se vivía únicamente como un camino hacia Dios. Así, frente a Jorge Manrique, para quien la vida era sólo un camino, un río, que desembocaba en el mar de la muerte, para los poetas renacentistas, la vida es disfrutable por sí misma y no como mero tránsito hacia la muerte. La descripción de la dama, que posee una belleza ideal equilibrada, expresada a través de los elementos de la naturaleza es también otro de los rasgos del arte renacentista.
En definitiva, estamos, ante un poema típicamente renacentista como se advierte en la abundancia de adjetivos, la sugestión colorista y sensorial, el tema que aborda y los tópicos de origen clásico de los que se sirve (desarrolla una serie de lugares comunes tomados de los autores clásicos) y todo ello expresado a través del soneto en versos endecasílabos, forma de expresión típicamente renacentista que tendrá en Garcilaso, a su mejor exponente en nuestras letras, convierten este poema en un paradigma del Renacimiento que refleja el afán por el goce de vivir característico del espíritu renacentista.