La poesía renacentista
Los poetas expresan sus sentimientos
Durante el siglo XVI el pueblo vive mayoritariamente en las ciudades o en torno a ellas y su actividad se relaciona con las necesidades que genera la vida en la ciudad: herreros, tejedores, curtidores, comerciantes...
Quienes vivían en el campo se dedicaban a la agricultura y a la ganadería.
Además, en estos siglos y como consecuencia de la política de expansión de España, se forma un gran grupo social: la soldadesca.
El acceso a la cultura para estas clases sociales es restringido y eran muy pocos quienes sabían leer y escribir: cortesanos, la gente en contacto con la Iglesia, hidalgos... En esta sociedad, mayoritariamente iletrada, la gente del pueblo seguía divirtiéndose con la poesía de transmisión oral, heredera de romances y canciones y disfrutando con las representaciones teatrales, como veremos más adelante.
Junto a esto, la burguesía como clase social, a medida que se enriquece, adquiere poder político y pretende acercarse a la nobleza adoptando sus hábitos, entre ellos la costumbre del mecenazgo, es decir, el patrocinio de artistas (escultores, pintores, escritores...). En muchos momentos, burgueses y nobles se convierten en el público culto receptor de la poesía refinada, entendida como u arte que mueve el ingenio y que los poetas utilizan como medio de expresión de sus sentimientos. Así, frente a la poesía tradicional dirigida al pueblo, se desarrolla una poesía culta, que evolucionará en los dos siglos posteriores reflejando los cambios políticos y sociales. Su público es una minoría letrada de la que surgen los mecenas, quienes, por financiar a los artistas, se convierten en destinatarios directos de algunas de las composiciones de los poetas. Este hecho hace que, en algunos creadores de estos siglos, se aprecien diferencias entre unas poesías más sinceras escritas con la finalidad de expresar sus íntimos sentimientos y otras más forzadas escritas en alabanza a sus mecenas.
Quienes vivían en el campo se dedicaban a la agricultura y a la ganadería.
Además, en estos siglos y como consecuencia de la política de expansión de España, se forma un gran grupo social: la soldadesca.
El acceso a la cultura para estas clases sociales es restringido y eran muy pocos quienes sabían leer y escribir: cortesanos, la gente en contacto con la Iglesia, hidalgos... En esta sociedad, mayoritariamente iletrada, la gente del pueblo seguía divirtiéndose con la poesía de transmisión oral, heredera de romances y canciones y disfrutando con las representaciones teatrales, como veremos más adelante.
Junto a esto, la burguesía como clase social, a medida que se enriquece, adquiere poder político y pretende acercarse a la nobleza adoptando sus hábitos, entre ellos la costumbre del mecenazgo, es decir, el patrocinio de artistas (escultores, pintores, escritores...). En muchos momentos, burgueses y nobles se convierten en el público culto receptor de la poesía refinada, entendida como u arte que mueve el ingenio y que los poetas utilizan como medio de expresión de sus sentimientos. Así, frente a la poesía tradicional dirigida al pueblo, se desarrolla una poesía culta, que evolucionará en los dos siglos posteriores reflejando los cambios políticos y sociales. Su público es una minoría letrada de la que surgen los mecenas, quienes, por financiar a los artistas, se convierten en destinatarios directos de algunas de las composiciones de los poetas. Este hecho hace que, en algunos creadores de estos siglos, se aprecien diferencias entre unas poesías más sinceras escritas con la finalidad de expresar sus íntimos sentimientos y otras más forzadas escritas en alabanza a sus mecenas.
La primavera de Boticelli
PRELIMINARES
Al igual que para entender la literatura medieval castellana, debíamos remontarnos a Mesopotamia, cuna de las civilizaciones, y conocer los modelos literarios de los que nos servimos para crear en la Península Ibérica; para conocer el origen del Renacimiento castellano y su nueva mentalidad, debemos mirar inevitablemente a Roma.
Al igual que para entender la literatura medieval castellana, debíamos remontarnos a Mesopotamia, cuna de las civilizaciones, y conocer los modelos literarios de los que nos servimos para crear en la Península Ibérica; para conocer el origen del Renacimiento castellano y su nueva mentalidad, debemos mirar inevitablemente a Roma.
De la mano del gran poeta italiano Francesco Petrarca nacido en la Toscana a comienzos del S.XIV, la literatura del Siglo de Oro castellano pudo importar temas, estilos y metros nuevos.
Su padre desterrado a Aviñón (Francia) hizo que el poeta se familiarizara rápidamente con la lírica culta provenzal trovadoresca. Allí estudió humanidades y resultó ser un gran admirador de la literatura griega y latina clásica. Sus muchos viajes le ayudaron a tener una visión pagana de la realidad sin dejar de lado el cristianismo. Padre del Humanismo (pensamiento que revaloraba la Grecia clásica y exaltaba al ser humano), empezó a propugnar una nueva mentalidad, el antropocentrismo, centrada en el ser humano que empezó a creer en sus posibilidades creadoras. Tanto en la corona de Aragón sobre todo, como en la de Castilla el petrarquismo arraigó. Supone el paso de la Edad Media a la Edad Moderna y hace de puente, es el despertar de Occidente. |
Maestro del soneto y uno de los más grandes sonetista que influyó en la lírica europea poderosísimamente.
Su influencia fue tan grande que creó escuela literaria: el petrarquismo. El lírico de los líricos influyó en Garcilaso de la Vega y en Francisco de Quevedo. Su obra más importante y conocida es la del “Cancionero” formada básicamente por sonetos que consta de 2 partes: Rimas en vida de Madonna Laura y Rimas tras la muerte de Madonna Laura. El tema es el amor profundo por Laura, la fabricación literaria de la mujer ideal. superó con creces el amor cortés aprendido de los trovadores provenzales. Más allá de la mujer casada y de la cárcel de amor y del vasallaje del caballero hacia la dama imposible, Petrarca humanizó el amor y llegó hasta sus actos cotidianos. |
La poesía profana. Garcilaso de la Vega
EL AUTOR Y SU OBRA
Garcilaso de la Vega (1501-1536) nació en Toledo y pronto entró en la corte de Carlos I. Representa el ideal del cortesano renacentista: hombre de letras y de armas. Estuvo enamorado de Isabel Freyre, una dama portuguesa que no le correspondió. Su muerte, al dar a luz a su tercer hijo, provocó un gran dolor en el poeta. La obra poética del Garcilaso es reducida, pero muy importante para el desarrollo de la lírica española posterior. Abarca prácticamente 38 sonetos, 3 églogas y canciones. |
ASPECTOS DESTACADOS DE SU POESÍA
a) El AMOR
Garcilaso se inspira en el poeta italiano Petrarca, que a su vez había adaptado la concepción del amor del filósofo griego Platón. El amor platónico es un amor idealizado: a través de la contemplación de la belleza física se logra acceder al placer de la belleza espiritual. Es un amor casto, más perfecto cuanto más alejado de la materia corruptible. Pero por eso mismo se vive también con gran dolor y sufrimiento, pues es imposible alcanzarlo. El amante pasa con facilidad de la euforia al lamento, según el comportamiento del ser amado. Todas estas contradicciones se verán plasmadas en la poesía de Garcilaso a través de antítesis: la pasión frente a la razón, la noche frente al día, el fuego frente al hielo ...
b) LA MITOLOGíA
De acuerdo con el gusto renacentista, Garcilaso de la Vega retoma los grandes mitos de la literatura griega y latina: Hero y Leandro, Dafne y Apolo, Venus y Adonis ...
El poeta se decanta generalmente por el perfil doloroso y trágico los mitos, donde el amor o la búsqueda de la libertad luchan contra la muerte y donde sale vencedora esta última. Orfeo o Ícaro podrían ser representativos de esta lucha.
c) LA NATURALEZA
La naturaleza cobra una gran importancia en su poesla. Se trata de una naturaleza también idealizada, bucólica, a imitación de la que describían los poetas griegos y latinos. Una naturaleza que busca recrear el mito de la Edad de Oro, un mundo añorado lleno de paz y de armonía. Es en medio de esta naturaleza donde los pastores de las églogas entonarán sus cantos de amor y de pena.
d) LA MÉTRICA
Garcilaso -como otros poetas renacentistas- incorpora el verso endecasílabo (solo o combinado con el heptasílabo), frente al octosílabo y dodecasílabo - de la poesía tradicional. Asimismo, dotó al soneto de una musicalidad sorprendente e innovadora. Es el inventor de la lira, una estrofa que adoptó en su Canción V.
La poesía religiosa.
Fray Luis de León
a) EL AUTOR
Fray Luis de León (1527-1591) fue un fraile agustino y catedrático de Universidad de Salamanca, que había nacido en Belmonte, provincia Cuenca. De familia distinguida, se trasladó a Salamanca cuando su padre fue nombrado oidor de Granada. A los pocos meses ingresó en la orden de los agustinos, y en 1544 formalizó los votos. En 1561 ganó la cátedra de Tomás de Aquino en Salamanca. Once años después fue encarcelado por su traducción del Cantar de los cantares y sus comentarios sobre el texto hebreo de la Biblia (por entonces la Inquisición prohibía cualquier traducción del texto sagrado). Declarado inocente en 1576, salió de prisión y volvió a ocupar su cátedra. |
b) LA OBRA
Fray Luis de León defiende en sus odas (Oda a la vida retirada, Oda a Francisco Salinas) los beneficios de una vida alejada de las ciudades y de lo material sencilla y equilibrada. La naturaleza, para Fray Luis, se convierte en espejo del cielo, presencia divina.
En su obra empleó la lira, siguiendo la tradición de Garcilaso. Su estilo se caracteriza por la claridad y la armonía.
San Juan de la Cruz
a) EL AUTOR
San Juan de la Cruz, de nombre secular Juan de Yepes Álvarez (1542-1591) nació en Ávila y perteneció a la orden carmelita. Fue encarcelado en 1577 durante nueve meses por apoyar la causa de los carmelitas descalzos, que reivindicaban menos lujos para sus miembros. Había sido Teresa de Cepeda Ahumada futura santa Teresa de Jesús, la que lo había convencido para unirse a su causa de reforma de su orden. Hasta su muerte, fue perseguido por esta misma causa. |
b) LA IMPORTANCIA DE SU OBRA
San Juan de la Cruz es el máximo representante de la poesía mística española: la mística es el estado de perfección en el que el alma experimenta la unión con Dlos. Como se trata de un fenómeno difícil de expresar, se recurre al lenguaje del amor profano, con imágenes y símbolos que muestran una unión amorosa. Por ejemplo, la noche oscura simboliza la fe en encontrar la claridad divina.
Se trata muy moderno, principalmente por dos motivos: por un Iado, a diferencia de los demás poetas renacentistas, no introduce en su poesía la mitologla; por otro lado, sabe combinar el léxico, de modo que lo popular convive con el lenguaje culto.
Sus tres grandes poemas místicos, escritos en liras, son: Cántico espiritual N,Noche oscura del alma y Llama de amor viva.
San Juan de la Cruz es el máximo representante de la poesía mística española: la mística es el estado de perfección en el que el alma experimenta la unión con Dlos. Como se trata de un fenómeno difícil de expresar, se recurre al lenguaje del amor profano, con imágenes y símbolos que muestran una unión amorosa. Por ejemplo, la noche oscura simboliza la fe en encontrar la claridad divina.
Se trata muy moderno, principalmente por dos motivos: por un Iado, a diferencia de los demás poetas renacentistas, no introduce en su poesía la mitologla; por otro lado, sabe combinar el léxico, de modo que lo popular convive con el lenguaje culto.
Sus tres grandes poemas místicos, escritos en liras, son: Cántico espiritual N,Noche oscura del alma y Llama de amor viva.
La poesía barroca
La tendencia culteranista. Luis de Góngora.
a) EL AUTOR
Luis de Góngora y Argote (1561-1627) fue un poeta cordobés de familia acomodada y culta, que estudió en Salamanca. Hizo la carrera eclesiástica, pero su afición al juego y a las mujeres le obligaron a salir de su ciudad. En Córdoba consiguió, gracias a su tío, un puesto como canónigo, pero fue acusado por el obispo de participar en salas de juego, ir al teatro y a las corridas de toros, actividades que no negó. Como consecuencia de ello, se le envió a cumplir diversas misiones por España (en algunos de sus sonetos se mencionan tales viajes). Consiguió ser nombrado capellán de Felipe III, a instancias de su protector, el duque de Lerma. En Madrid, mantuvo pulsos literarios con el también poeta y dramaturgo Lope de Vega, y con Francisco de Quevedo. Hacia el final de sus días pasó dificultades económicas y se retiró a Córdoba, donde murió de apoplejía cuando estaba ultimando una edición de sus obras completas. |
b) LA OBRA
Góngora es universalmente conocido por un estilo que persigue la belleza formal a través de la sonoridad de las palabras y la abundancia de recursos estilísticos (neologismos, hipérbatos, complejas metáforas ... ). De ahí que se le haya etiquetado como el máximo exponente del culteranismo.
Se inscriben en ese estilo sus poemas cultos Soledades y Fábula de Polifemo y Galatea. También los sonetos, en los que trata temas como el amor, el Carpe diem o asuntos morales, y en los que utilizó la sátira para criticar a otros escritores de su tiempo.
Sin embargo, no es menos cierto que Góngora cultivó y revitalizó la poesía popular: sus romances y letrillas populares son alegres, vivos, de tono burlesco. Por ejemplo, en la Fábula de Píramo y Tisbe utiliza un tema elevado (el tema mitológico de la muerte de los amantes Píramo y Tisbe) en clave humorística.
En estos versos de la Fábula de Polifemo y Galatea se puede apreciar la complejidad del estilo del poeta "culterano":
Un monte era de miembros eminente
este (que, de Neptuno hijo fiero,
de un ojo ilustra el orbe de su frente,
émulo casi del mayor lucero)
cíclope, a quien el pino más valiente,
bastón le obedecía, tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro cayado.
Góngora es universalmente conocido por un estilo que persigue la belleza formal a través de la sonoridad de las palabras y la abundancia de recursos estilísticos (neologismos, hipérbatos, complejas metáforas ... ). De ahí que se le haya etiquetado como el máximo exponente del culteranismo.
Se inscriben en ese estilo sus poemas cultos Soledades y Fábula de Polifemo y Galatea. También los sonetos, en los que trata temas como el amor, el Carpe diem o asuntos morales, y en los que utilizó la sátira para criticar a otros escritores de su tiempo.
Sin embargo, no es menos cierto que Góngora cultivó y revitalizó la poesía popular: sus romances y letrillas populares son alegres, vivos, de tono burlesco. Por ejemplo, en la Fábula de Píramo y Tisbe utiliza un tema elevado (el tema mitológico de la muerte de los amantes Píramo y Tisbe) en clave humorística.
En estos versos de la Fábula de Polifemo y Galatea se puede apreciar la complejidad del estilo del poeta "culterano":
Un monte era de miembros eminente
este (que, de Neptuno hijo fiero,
de un ojo ilustra el orbe de su frente,
émulo casi del mayor lucero)
cíclope, a quien el pino más valiente,
bastón le obedecía, tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro cayado.
La tendencia conceptista. Francisco de Quevedo
a) EL AUTOR
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) nació en Madrid, en el seno de una familia acomodada: su padre asistió como secretario a la princesa María, hija de Carlos I; su madre fue dama de honor de la reina. Con todo su infancia no fue feliz, a causa de una serie de problemas físicos y deformidades que arrastraría toda su vida. Estudió teología en Valladolid, donde aceptó un cargo en la corte. En 1613 ocupa en Sicilia el cargo de secretario del virrey, pero las intrigas y persecuciones políticas conducen a Quevedoa un confinamiento en sus propiedades durante varios años, lo que le permite escribir y pleitear contra sus enemigos. Con el apoyo del conde-duque de Olivares llegó a ser secretario del rey; sin embargo. su personalidad extrema y mordacidad (misógino, antisemita, políticamente ambicioso ... ) .. le granjeó más enemigos, por lo que perdió apoyos y pasó en la cárcel de 1639 a 1643. |
b) LA OBRA
Si Góngora representa el Culteranlsmo, Francisco de Quevedo es el máximo exponente del conceptismo: un estilo en el que se trata de expresar muchas ideas en pocas palabras de ahí que se utilicen los juegos de palabras. las asociaciones, imágenes, las metáforas, las ironías o las antítesis.
Quevedo es considerado como uno de los mejores poetas de amor de la literatura española.
Sus sonetos siguen los tópicos renacentistas, pero con la profundidad y exageración barrocas. El amor puede llegar a ser tan sublime que hasta sobrevive a la muerte.
Cultiva una poesía moral de corte pesimista, que abarca los grandes temas barrocos: la muerte, el paso fugaz del tiempo, la poca consistencia de las cosas de este mundo ...
En su poesía satírico-burlesca afila su ingenio y su dominio de las palabras para arremeter contra distintos tipos sociales (abogados, médicos, otros escritores, mujeres ... ) o vicios y costumbres de su época (la hipocresía o la obsesión por el dinero).
Este cuarteto, por ejemplo, pertenece a un soneto en el que Quevedo arremete contra Góngora:
Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino.
Si Góngora representa el Culteranlsmo, Francisco de Quevedo es el máximo exponente del conceptismo: un estilo en el que se trata de expresar muchas ideas en pocas palabras de ahí que se utilicen los juegos de palabras. las asociaciones, imágenes, las metáforas, las ironías o las antítesis.
Quevedo es considerado como uno de los mejores poetas de amor de la literatura española.
Sus sonetos siguen los tópicos renacentistas, pero con la profundidad y exageración barrocas. El amor puede llegar a ser tan sublime que hasta sobrevive a la muerte.
Cultiva una poesía moral de corte pesimista, que abarca los grandes temas barrocos: la muerte, el paso fugaz del tiempo, la poca consistencia de las cosas de este mundo ...
En su poesía satírico-burlesca afila su ingenio y su dominio de las palabras para arremeter contra distintos tipos sociales (abogados, médicos, otros escritores, mujeres ... ) o vicios y costumbres de su época (la hipocresía o la obsesión por el dinero).
Este cuarteto, por ejemplo, pertenece a un soneto en el que Quevedo arremete contra Góngora:
Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino.